miércoles, 17 de diciembre de 2014

Observación desapegada


Es una invitación a entender que la observación desapegada conduce a la apertura de la mente y del corazón y por ende a una visión completa, universal, comprendiendo la relación y conexión coherente y cohesiva entre todo cuanto existe.

Sigamos hilando en este taller experimental, y para ello retomo el hilo de lo dicho en el post precedente, para hacer de estas reflexiones un continuo, una prenda que pueda abrigarnos a todos del frío de nuestros conflictos y angustias. Así, la última invitación era de la trascender la imagen para llegar al Ser. Si decíamos que una fotografía no describe al ser fotografiado, si tan sólo nos da una imagen, una instantánea, convendremos que ese ser cualquiera que fotografiemos es un devenir incesante de momentos que se suceden en el tiempo. No tomemos al ser por su comportamiento en un instante de su vida. Cada instante es una expresión de ese ser en permanente estado de transformación. La visión de una pieza de un mosaico no nos ofrece la imagen de conjunto. Una pieza del puzle no nos ofrece la imagen del conjunto que conforman unitariamente todas las piezas. Esta sencilla analogía nos invita a mirar para ver si este patrón se reproduce en cuanto circunda a nuestro alrededor, en la naturaleza misma y todo cuanto la integra, sin excepción. Abrir la mente y el corazón a una visión unitaria, integradora que contemple todo el mosaico o todo el puzle requiere de nosotros que miremos con perspectiva en una observación desapegada.
Que apartemos nuestros ojos y miradas apegadas a la pieza solitaria y que nos alejemos para ver la totalidad de lo observable. Nada que podamos observar es aparte del universo. Nada queda excluido del universo ni de sus leyes.  Rechazar la pieza, no darle su lugar, sea fea, alta, chica, gorda, aparente, soberbia, sencilla, bella o cualquier otro adjetivo o categoría que queramos, significará mantener un universo en conflicto, separado, significará no comprender su ley: Ley de la Unidad en la diversidad; Ley de lo diverso en lo Uno. La apertura de la mente y del corazón significa esa mirada en perspectiva desde el Centro del Ser, alejado de cada pieza particular lo suficiente para verlas a todas en una relación cuyo sentido hemos de ir captando a cada instante, sin pretender definir la instantánea que nuestra conciencia en cada momento pueda registrar. Cada mirada, cada registro son y constituyen un átomo de nuestras conciencias. La conciencia expansiva, integradora, unitaria es la conciencia plena, suma de todos los átomos. Cada mirada es un estado de conciencia. Cada mirada es un sentir expresión de un estado de conciencia. Cada hacer es expresión de una mirada que es sentir, y que es un estado de conciencia. Cada pieza que situamos correctamente en el puzle acrecienta nuestra visión y comprensión del universo. No estar atentos es no tener la mente y el corazón prestos para aceptar que la pieza elegida tiene su encaje preciso, no donde a mi interés particular convenga en un momento determinado. Aceptar es algo sencillo, es mirar con mente y corazón abiertos. Esta sencillez, que es desnudarse de mis visiones limitadas, es abrirse a la comprensión de cada pieza, a encontrar su sentido de vida, un sentido de vida que se completa a cada instante, cada pieza tiene un lugar y encaje que yo he de saber encontrar en el juego de la Vida. Comprender el sentido de la vida es comprender el sentido de cada pieza, de cada instante de la vida del puzle. Comprender la relación entre las piezas e instantes de la vida es conocer la Ley, es conocer el Amor. No hay otra Ley mayor en el universo que la Ley del Amor. ¿Seguimos intentándolo juntos? ¿Seguimos nuestro itinerario por descubrir, más allá de la fotografía, más allá de la cámara de fotos, hasta llegar al gran Ser Amor que contempla el universo?

Sigue el hilo a Entendiendo el funcionamiento de la Vida

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