lunes, 22 de diciembre de 2014

Entendiendo el funcionamiento de la Vida


Es una invitación a que cada uno pueda entender por sí mismo y en forma experimental el funcionamiento de la Vida, de la evolución y  de las leyes que la rigen.
Señalábamos en la última entrada que estamos todos embarcados en una misma aventura: llegar a la comprensión plena del gran “Ser Amor” que contempla el universo. Cada instante, cada situación son el regalo que la propia Vida nos entrega como miguitas de un camino que Pulgarcito necesitará para un regreso sin pérdida. Aunque pareciera infantil traer a colación al personaje de Pulgarcito, son muchas veces las que ante la vida nos encontramos como si fuéramos niños perdidos, pequeños, sin recursos, sin aliento, sin luz que oriente el sendero ni esclarezca el porqué de este cuento. Reconocer la propia pequeñez podría parecer un acto tan necesario como obligado. Sin embargo no es la pequeñez la que nos define, es nuestra identidad escondida tras de la pequeñez o de la grandeza, de la tristeza o de la alegría. Es esa identidad constante la que agazapada espera confiada y serena tras cada situación, tras cada experiencia regalada. La Vida es un regalo, una donación constante y cada uno por sí mismo ha de entenderlo. Esta donación perpetua, no importe cómo se formule, es una de las Leyes de la Vida.
Cada experiencia puede ser el resultado de un vivir dormidos, o para que nadie se moleste, de un vivir no muy despierto, o por el contrario el fruto de la experiencia consciente. Experiencia consciente no es otra cosa que conocer cómo funciona eso que llamamos Vida, entender el desarrollo al que toda la creación está convocada bajo leyes uniformes, iguales para cada ser creado. La Primera y Gran Ley es la Del Amor, y de ella derivan todas las demás. El gran “Ser Amor” se sabe a Sí mismo, se reconoce a Sí mismo como el Todo, como un Todo que sólo puede estar hecho de cada parte componente, y a cada parte componente abraza y acoge. La fragmentación de Sí mismo no es pérdida de identidad y de conciencia en Su Conciencia Plena; es tan sólo apariencia de separación y de soledad experimentada en sus conciencias viajeras en este gran juego de manifestación, de recreación, y de reconocimiento de la gran ley del amor. Tu y yo, somos estos fragmentos pero también el Todo. La Evolución es el gran teatro del mundo donde el reconocimiento se torna en revelación. Cada obra, cada papel, cada escena, cada intérprete dan vida a una vida que se asemeja a un cuento, dan vida a una moraleja que trae consigo la enseñanza de la verdad. Apariencia o realidad, dualidad o unidad, camino o morada, todo se ofrece en perspectivas múltiples porque cada actor es un observador en tránsito. El gran “Ser Amor” que contempla es un Universo de infinitos ojos, es cada observador, y éste mirar el mundo y a todas sus criaturas desde el Amor y con amor es el viaje. No hay otra clave que la del Amor, y el amor invita siempre a una nueva mirada que queda completa en la del otro. No es posible la donación sin el otro, no es posible la mirada sin el otro. Cada uno es la grandeza de ese Universo en el que nada ni nadie estorba ni sobra. Tu y yo somos la grandeza del Universo que se goza en infinitos fragmentos que nunca estuvieron separados. Comprender el Amor es comprendernos, esta es la invitación constante, a la que siempre estamos invitados.

Sigue el hilo a "Comprender nuestra naturaleza como seres humanos"

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