Frente al enunciado o título de este post, que bien parece una sentencia, lo que tengo que decir es que, lejos de serlo, lo que pretende es suscitar en Ti, en Quien lo lee, un estímulo para invitarte a que hagamos juntos una reflexión.
Esta invitación, por tanto,
como todas las que compartiremos en este punto de encuentro, tiene que ver en
este caso con un mirar la idea de si “una
vida plena es posible, aquí y ahora” y mirarla, y mirarla y seguir mirándola
no contentándonos con nuestras primeras respuestas acerca de ello. Se trata de
ir un poco más allá de nuestra opinión particular. Si nuestra primera impresión
nos dice que no, que una vida plena no es posible ni aquí ni en ninguna parte,
y que tampoco es posible ni ahora ni nunca, vale. No vamos a llevarnos la
contraria. La invitación sigue en pie. Miremos un poco más en profundidad. El mirar con sinceridad, el persistir en este mirar permite ahondar
en zonas de nuestra conciencia, que aún siendo nuestra, permanecen muy
inexploradas y es de donde surgen todas las posibilidades de respuestas y de
certezas. Esto que afirmo no es sólo una idea –un negro sobre blanco- sino algo
experimentable, constatable.
Lo esencial, por ello, es
ir mirando, no importa cuál sea el resultado de esta reflexión, ni tampoco
importa el lugar desde dónde cada cual la realice, si Tu en tu casa y yo en la
mía, porque antes o después y como parte de ese vivir en plenitud que como
hipótesis se postula, acabaremos por entender que mi mente y tu mente, nuestras
mentes son sólo partes de una mente de la que todos formamos parte. Sólo hay una mente. Esta comprensión es
una de las claves de esa plenitud que como hipótesis queda sometida a
investigación. Esta formulación que tiende hacia lo unitario será habitual en
este blog, y poco a poco iremos comprendiendo la finalidad de este mirar,
discernir y tender hacia lo unitario.
De momento baste apuntar
que las divisiones las hacemos dentro de la mente, pero tratemos de intuir
esto: la mente no está dividida. Miremos esta cuestión. Gracias a una parte maravillosa
de la mente captamos toda
información, la relacionamos, la procesamos, nos sirve de toma de razón, de
formulación de ideas y de toma de decisiones. Es un sector de la mente que llamamos
“mente concreta”. Cada cual según su
particular visión, según el desarrollo de su visión emitirá una opinión, y una
y otras podrán aparentemente ser muy distintas y en muchas ocasiones hasta
enfrentadas. En el centro de la mente existe un punto que funciona como un foco de atención que, al igual que una
linterna o que la luz de un faro podemos dirigir a voluntad allá donde en cada
momento la situación lo requiera: caminar por el mundo, hacer la comida sin
equivocarnos de ingredientes, imaginar y realizar nuestros proyectos de vida, etc.
Podríamos convenir aquí que
existe un alguien -un Tu o Yo- (que intencionalmente he
resaltado en negrita) que dirige la atención y Quién podría si lo deseara dirigir libremente el foco o la linterna de Su atención allá donde sea Su voluntad. Existe todo un mundo
manifestado en el que nuestro foco de atención se posa, que tiene muchos
sectores, como capas de una cebolla, y que poco a poco iremos abordando en este
blog. Un infinito mundo de posibilidades que se expresa en lo físico y
biológico, en lo emocional y en lo mental. Y mucho más allá…, pero vayamos poco
a poco.
Cuando miramos en
perspectiva, en forma amplia, permitiéndonos observar sin prejuicios, es decir cuando miramos sin condiciones, sin querer imponer la respuesta a la
pregunta, la mente se abre, se expande y permite que el objeto de nuestra
investigación –en este caso una idea- nos muestre, a modo de regalo allí
escondido, otras posibilidades, otras razones, otros significados, y si se
persevera en este sencillo modo de contemplar, nos conecta con la Verdad que se esconde detrás de cada idea, de
cada forma.
Esta Verdad, de la que cada
razón individual, cada pequeña verdad, cada uno de nosotros formamos parte
inseparable, es Pura Inteligencia, Pura Luz y en ella encontramos el sentido de
la Vida. Esta Verdad es la Mente Universal, creadora. Y lo relevante es que Nosotros somos parte indiferenciada de
esa Verdad. Sin separación más que la que surge de nuestras mentes personales
que no se reconocen como parte inseparable de esta Mente Una. El acceso a esta Mente Una, a la Verdad de
cada pregunta, es posible porque tal es el viaje de la vida, y la invitación a
descubrirlo pasa por el mirar, observar con suma atención para descubrir que en
la Mente Universal caben todas las posturas, todas las perspectivas. ¿Descubrimos juntos cómo cada
perspectiva, cada forma se relaciona en forma unitaria con todo lo que es
manifiesto en el universo?
La invitación queda
abierta. Nos encontramos en este afectuoso
e inteligente mirar unidos, al que le iremos prestando nuestra linterna, nuestra
energía. Comprender la energía, el amor y la inteligencia nos dará la respuesta
a si “una vida plena es posible, aquí y
ahora”, pero por favor no tengas prisa, no desees vivir más de lo que la
Vida en cada instante, aquí y ahora, te ofrece. Miremos, sigamos mirando el
instante… dándonos cuenta de que detrás de cada forma de existencia está la
conciencia de un Tu y de un Yo que mira. Vayamos en busca de este YO
que es un NOSOTROS, que es plenitud y que es Vida.
Sigue el hilo a compartir y disfrutar
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